Entré en el cine intrigada de cómo alguien podría ser capaz de haber rodado un filme, íntegramente dentro de una caja y con un sólo actor, que fuese capaz de mantener mi atención durante sus 90 minutos de duración. Las críticas hablaban bien de la película, pero yo ni siquiera había querido ver el trailer, por miedo a que perturbase mi idea originaria y me crease unas falsas expectativas que pudiesen entorpecer mi actitud ante la gran pantalla. He incluso de reconocer, que lo que más me agobiaba antes de ocupar mi butaca era pasarme 90 minutos viendo algo que me parecía que sería totalmente insoportable. Pero como todos sabemos para poder opinar, tenemos primero que conocer aquello de lo que opinamos, así que me senté en mi butaca y durante los primeros cinco minutos me revolví angustiada ante el panorama que se avecinaba.
Pero sin darme cuenta, no sé ni cómo ni cuándo, la angustia de tener que soportar una película aburrida, se transformó en asombro. Los planos son increibles, no aburren, no cansan, tienes la sensación de que dentro de la caja hay más espacio del que parece. La trama te agarra desde el principio al final. Los diálogos dibujan cara a esas personas, e incluso gracias al sonido ambiente, eres capaz de recrear en tu cabeza el entorno en el que se encuentran. La constante crítica que reside en el interior de todas esas llamadas telefónicas, no sólo te convierte en esclavo de la misma frustración que vive el actor, sino que te hace darte cuenta de lo difícil que es comunicar algo tan poco creíble en tan poco tiempo.
Mil sensaciones diferentes se generaron en mí, incluso se me escapó algún insulto, alguna risa de frustración y poco a poco, al igual que él, fui descubriendo que cada vez había menos esperanza en una situación de por sí indescriptible.
He preferido no dejaros aquí el trailer y si aceptáis un consejo: id al cine sin haberlo visto.
Sabéis qué es lo primero que pensé al salir del cine?? Hay que tener unos c... bien puestos para hacer una peli dentro de una caja y con un sólo actor tan buena. Y además... un director español!!!
Esta es la nueva era del cine español, con nuevos talentos que están silenciando las bocas de aquellos que decían que se negaban a ver cine español porque no merecía la pena.
Rodrigo Cortés, joven y gallego, tuvo un sueño y ese sueño se cumplió. Fruto de una gran autoestima, según dicen los que lo conocen, ésto nos demuestra que somos nosotros los primeros que hemos de creer en nuestras ideas. Ahora tras este éxito en taquilla rodará "Red Ligths" con DeNiro y Weaver, las caras con las que había puesto a sus personajes mientras escribía el guión, hace año y medio.
No sé a vosotros, pero a mí esto me anima y mucho a trabajar, a luchar por mis sueños y a creer que si quiero algo con muchas ganas algún día lo conseguiré. Eso sí, con esfuerzo... asiq... aprovechad al máximo vuestros momentos 10 herzios.
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